El emperador Marco Aurelio debe luchar contra los diversos pueblos que ponen en peligro las fronteras del Imperio Romano en las postrimerías del siglo II d.C. Convencido de que su corrupto hijo Cómodo no será un buen gobernante nombra como sucesor a su protegido Livio, provocando duras luchas internas por el trono. Una voluminosa obra literaria del siglo XVIII sirvió como base para condensar los últimos años de la Roma Imperial y presentar las diferentes historias románticas, bélicas y de intrigas palaciegas rodadas en los espectaculares decorados que, por segunda vez, construyeron Veniero Colasanti y John Moore. El tiempo ha jugado a favor de la cuarta producción de Samuel Bronston en España, incomprendida en su estreno y de lujoso reparto.
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