En marzo de 1978, Tim Jenkin y Stephen Lee son detenidos acusados de distribuir propaganda anti-apartheid y de apoyo al partido Congreso Nacional Africano (CNA), prohibido desde 1960. Su actividad en contra del apartheid y del corrupto gobierno -que incluye el lanzamiento masivo de octavillas mediante bombas temporizadas especiales diseñadas por Jenkin- ha sido vigilada por la policía durante meses. Jenkin y Lee, acusados de terrorismo y de instar a la gente a unirse al Movimiento de Liberación, son sentenciados y condenados, respectivamente, a 12 y 8 años de cárcel en la prisión de máxima seguridad de Pretoria. Al poco tiempo de ser juzgado, Jenkin empieza a planear su fuga y la de otros presos políticos, contando con la ayuda de insólitas herramientas que le permitirán abrir hasta ocho diferentes tipos de cerradura: llaves de madera.
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