1832. El joven Abraham Lincoln tiene 23 años y trabaja en una pequeña tienda de New Salem, un pueblo tranquilo de Illinois. Empieza a devorar libros y a estudiar Derecho de forma autodidacta. Poco a poco se da cuenta de que su talento de comunicador y su elocuencia le permitirán seguir en esta vía. Desgraciadamente, la mujer a la que ama muere durante el invierno. Lincoln decide irse a Springfield para abrir un gabinete de abogados: empieza entonces su ascensión hacia las cimas del Estado.
Siganos