El 12 de septiembre de 1942, cerca de la costa africana, el submarino alemán U-156 descubre al buque de carga inglés Laconia cerca de la costa occidental de África. El capitán Hartenstein
ordena torpedear al Laconia sin saber que, además de 136 miembros de la tripulación, 80
pasajeros y 268 soldados británicos, el barco transporta 180 soldados polacos que vigilan a 1 800 prisioneros de guerra italianos, aliados de los alemanes.
Hartenstein, al tratar de rescatar a los ociales británicos supervivientes, descubre a más de 2 000 personas luchando por sus vidas, a las que trata de salvar. En su ayuda acuden otros dos
submarinos alemanes y uno italiano que tratan de rescatar a los supervivientes. Pero el esfuerzo parece vano ya que un bombardero americano que ha descubierto a los submarinos recibe la orden de hundirlos.
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