Wladyslaw Szpilman (Adrien Brody) era uno de los pianistas polacos más conocidos, pero cuando estalló la guerra, como tantos judíos, Szpilman y su familia fueron desalojados de su apartamento y apiñados junto a miles de personas en el ghetto de Varsovia, donde el pianista se ganó la vida como pudo, tocando en los bares en los que se reunían colaboradores y traficantes del mercado negro.
Siganos