Cuando un sacerdote neófito, Thomas Dagget (Elias Koteas) se ve acechado por desconcertantes y horribles visiones, abandona la iglesia en el mismo altar donde va a ser ordenado. Años más tarde, convertido en un detective de homicidios al que se le asigna un oscuro caso de asesinato, descubre una serie de pistas con negros matices religiosos. La autopsia del cuerpo de la víctima revela su naturaleza no terrenal, lo que llama la atención a Thomas hacía Gabriel (Christopher Walken) y Simon (Eric Stolz), dos fuerzas sobrenaturales que descienden del Cielo para llevar a cabo una guerra en la Tierra sobre los humanos.
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