Brian Reader fue un famoso ladrón en su juventud, ahora tiene 77 años, es viudo y tiene un plan para atracar la mayor compañía de depósitos de Londres. Para ello reúne a una banda de delincuentes, todos entre los 60 y 70 años excepto uno. Con un botín valorado en 14 millones de libras en joyas y dinero
ya bajo el brazo, la desconfianza entre ellos y las peleas por el reparto son inevitables. Mientras tanto, el atraco llega a conocimiento de la opinión pública y se desencadena una fiebre de especulaciones. Los datos del robo van saliendo a la luz y fascinan cada vez más tanto al público como a los medios.
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