El argumento de “Ted” es un tanto peculiar, ya que nos relata la historia de John Bennett (Mark Wahlberg), quien, cuando era un crío, quería que su osito de peluche se volviera real. El caso es que eso fue lo que sucedió y, veintisiete años después, el cuento de hadas ya no da más de sí. Ted se resiste a abandonar a John y saca de quicio a Lori, la novia de John, que empieza a perder la paciencia. Para colmo, el hecho de que a John no parezca preocuparle su futuro profesional y se pase la vida fumando porros con Ted tampoco sirve para calmar a Lori. Mientras tanto, John intenta encontrar la mejor manera de hacer frente a eso que llaman “edad adulta” y necesitará la ayuda de su juguete de infancia para dar el salto de hombre-niño a hombre.
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