El presidente de los Estados Unidos ha sido asesinado. El agente del servicio secreto a cargo de la protección del máximo mandatario americano se siente culpable por no hacer podido, junto a su equipo, detener al asesino. Abandonará su cargo para deddicarse a la investigación del asesinato. Contará con l aayuda de una persistente periodista. Juntos deberán desentramar la red de conspiración.
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