Sir Anthony Hopkins ha dejado a un lado su etiqueta de impecable señor británico para dirigir una película más próxima al cine independiente, Slipstream se adentra en el terreno de lo onírico, situándose en un punto entre la realidad y el sueño. Este relato surrealista incorpora algunos de los momentos más impactantes de la vida de Felix Bonhoeffer, un escritor que ve como algunos de los personajes que ha creado para un guión comienzan a entrometerse en su vida real. Como Clint Eastwood y George Clooney (otros actores que han dado el salto a la dirección), Hopkins se reserva un papel, el del protagonista, dentro de un cásting absolutamente sólido.
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