Will Freeman es la envidia de cualquier hombre: conduce un cochazo, liga como quiere y a sus 38 años, lleva una vida carente de toda responsabilidad... hasta el día que conoce a Marcus, un peculiar chaval de 12 años que revoluciona su existencia. Comienza a surgir las situaciones más disparatadas.
La película cuenta con una fantástica banda sonora compuesta por Badly Brawn Boy.
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