Después de una angustiosa simulación en la escena de un homicidio, Sara (Kathryn Morris) y J.D. (Christian Slater) se unen a sus compañeros agentes en la clase donde su tutor, Harris (Val Kilmer), les da a conocer su siguiente y última misión antes de la selección para el cuerpo de élite del FBI de los “Cazadores de mentes”. La prueba, un fin de semana de total reclusión en una isla deshabitada más allá de la costa de Carolina, un campo de entrenamiento en el que el equipo tendrá que poner a prueba sus dotes de deducción en una contrarreloj cuyo contrincante es un asesino en serie llamado "El Marionetista". Son trasladados en helicóptero hasta la isla, con un nuevo acompañante del Departamento de Homicidios de Philadelphia, Gabe Jenkins (L.L. Cool J), que se une a sus filas. Allí el equipo descubre que el ejercicio no sólo pone a prueba sus habilidades para determinar perfiles psicológicos, también pondrá a prueba su instinto y voluntad de supervivencia... y no todos pasarán la criba. Aunque ellos no lo saben, un componente del equipo no es quien pretende ser. Él (o ella) conoce los perfiles de todos sus compañeros y sabe exactamente cómo asesinarlos uno a uno. Por muy buenos que sean al predecir el siguiente paso del asesino, éste es aún mejor previendo los suyos. El reloj está en marcha y la tensión los vuelve a unos contra otros, y una elaborada trampa los espera detrás de cada esquina. Ahora, poniendo en práctica todo lo que han aprendido y su intuición, tienen que trabajar en equipo, nadie está fuera de sospecha, para conseguir entrar en la mente del asesino antes de que el tiempo se agote. La simulación se ha convertido en una lucha a vida o muerte por sobrevivir demasiado real... y por descubrir quién es realmente "El Marionetista".
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