Los buenos de la película son Aijón y Caspas. Dos taradetes de veintipocos que quieren ser directores de cine a pesar de no tener talento, dinero, contactos... ni siquiera una historia que contar. La tensión sexual la pondrá Carla, una atractiva mujer de negocios que, vaya usted a saber por qué, quiere ayudarles. Y la ensalada de plomo la servirá el Duende: héroe, vengador, porrero... Ah, ¿que por qué la ensalada de plomo? Muy sencillo: si Aijón y Caspas quieren estrenar su película, primero tendrán que acabar con Los Anticristos, una mafia satánica de gángsters psicópatas que no sólo han vuelto de la tumba para sembrar el terror y conquistar el mundo, sino que además cuentan chistes malos de cojones.
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