En “Vacaciones en el infierno” conoceremos a Driver (Mel Gibson), un tipo que ha tenido un mal día. Y la cosa no mejora para él: se ha hecho con un botín de millones de dólares que le habría proporcionado unas vacaciones de verano memorables, pero esta idea se vino literalmente abajo. Durante una persecución automovilística a toda velocidad con la policía de la frontera y un cuerpo sangrando en el asiento trasero, Driver vuelca el coche y lo estampa contra el muro fronterizo para terminar cabeza abajo en México. Capturado por las autoridades mexicanas, le envían a una cárcel de mala muerte, donde se adentrará en el peligroso mundo de El Pueblito. No lo tendrá fácil para sobrevivir un forastero como él, a menos que sea con la ayuda de alguien que sepa de qué cabo tirar en cada momento: un niño de 10 años.
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