El capitán Mikhail Polenin (Liam Neesen) es relevado de su puesto al mando del K-19 cuando los dirigentes soviéticos deciden que no está acondicionado el submarino insignia de la Armada rusa con la suficiente rapidez. Eligen para sustituirle al capitán Alexei Vostrikov (Harrison Ford), un oficial cuyo único objetivo es cumplir las misiones que le encomiendan, con una voluntad de hierro, que consigue que el K-19 zarpe exactamente en la fecha prevista. Polenin permanece a bordo como primer oficial de Vostrikov, lo que provoca que ambos choquen continuamente.
Siganos