Tres pescadores barbateños, Manuel (Pablo Carbonell), un hombre bueno al que apodan Nadando con Chocos; el Perra (Pedro Reyes), su amigo fiel, y El Cherif (Antonio Dechent), un paria iracundo y orgulloso, intentan sobrevivir como pueden a pesar de la crisis pesquera que vive la costa gaditana. El hijo de uno de ellos, Manolín (Andrés Rivera), llega un día a su casa con un problema más: quiere hacer la comunión. Sus padres, Manuel y María (María Barranco), no están casados y el niño no está bautizado por lo que, en un primer momento, lo que impera es la sorpresa.
Siganos