En "Un lugar donde refugiarse", Katie Feldman llega a una pequeña localidad costera llamada Southport, en Carolina del Norte, con la intención de rehacer su vida de una manera tranquila. Alquila una vieja cabaña y consigue un trabajo como camarera en el café local, cuenta con la esperanza de pasar desapercibida. Pero a pesar del casi impenetrable muro emocional que ha creado para protegerse, se siente atraída por el cariño y la consideración genuinos de esta pequeña y unida comunidad, especialmente del dueño del supermercado, Alex, que es viudo, y sus dos hijos pequeños. Katie empieza a confiar de nuevo en los demás. Alex y su pequeña prole le enseñan a vivir de nuevo las alegrías del amor. Pero las cosas no son tan sencillas como parecen y su felicidad reciente se ve amenazada por los secretos que le siguen atormentando.
Siganos