Ezcaray es un pueblo tranquilo en el que nunca pasa nada. Sin embargo, todo cambia cuando Boris, uno de los vecinos, aparece decapitado en su casa. Este extraño suceso lleva a la mismísima Interpol al pueblo, y así es como Agustín Robles (Rubén Cortada), un laureado teniente del Grupo de Acción Rápida de la Guardia Civil, conoce a Sebastián Olmos (Pepe Viyuela), el cabo primero más campechano y torpe de La Rioja.
El caso adopta dimensiones insospechadas y acaba salpicando a Robles, que se ve obligado a quedarse en Ezcaray y a trabajar con Olmos, su antítesis. Solo podrán detener al asesino si aúnan fuerzas y talentos: la rigurosidad y experiencia del teniente Robles con la intuición y el conocimiento del terreno del cabo primero Olmos. Una extraña pareja condenada a entenderse y a trabajar también en curiosos casos locales como la aparición de un cadáver en una barrica de vino, la misteriosa huida de una monja que no habla, o la muerte de un cuervo blanco. Juntos, pero no revueltos, formarán la pareja perfecta. O casi perfecta. O casi, a secas.
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