Un grupo de soldados de la caballería es atacado por los cheyennes. Tan sólo Honus, un soldado raso completamente entregado a su deber, y Cresta, una joven que había vivido anteriormente con los indios durante dos años y que simpatiza más con ellos que con el ejército norteamericano, consiguen sobrevivir a la masacre. Juntos, se dirigen al Fuerte Reunión, donde Cresta debe reunirse con su prometido. Su llegada al fuerte coincide con los preparativos del ejército para atacar a un poblado cheyenne, donde prácticamente solo se encuentran mujeres y niños.
Siganos